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Alcanzar a los Demás/Por Todo el Mundo

Currículo
Respuesta/Búsqueda para Maestros
99

TEXTO: Mateo 28:18-20; Marcos 16:14-20

ESCRITURAS COMPLEMENTARIAS: Mateo 24:14; Lucas 24:45-48; Hechos 26:17-18

OBJETIVO

Los estudiantes podrán explicar cuál es la Gran Comisión y cómo se aplica a su propio caminar con Dios.

VERSO CLAVE PARA LA RESPUESTA:
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. — Marcos 16:15
VERSO CLAVE PARA LA BÚSQUEDA:
Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. — Juan 20:21

INFORMACIÓN DE REFERENCIA

La palabra mundo en el uso Bíblico tiene varios significados. Entre esos significados están: “el universo incluyendo las huestes celestiales, los habitantes de la tierra, todos los hombres alejados de Dios y hostiles a la causa de Cristo, o asuntos mundanos.” Sin embargo, en nuestro texto de Marcos, el significado es “todo el círculo de la tierra.”

El mundo del Antiguo Testamento abarcó la porción de la tierra desde Grecia hasta Etiopía y de Persia a España. La porción sur del Emperador Romano fueron incluidos en el mundo del Nuevo Testamento. Aunque nuestro mundo se ha expandido grandemente en los años desde el tiempo de Cristo, el mandato final de Jesús a Sus discípulos, al cual nos referimos como la “Gran Comisión,” es tan imperativa y pertinentemente como siempre.

El diccionario define la palabra comisión como: “una orden autoritativa, encargo, o dirección.” La comisión dada a los discípulos fue dada directamente por la Gran Autoridad. Aquellos quienes aceptan Su dominio en sus vidas reconocen que es aun la responsabilidad de los creyentes obedecer ese encargo en este día.

Entre los versos 18 y 19 de nuestro texto en Marcos, hay un tiempo de cuarenta días, en que Jesús aparece varias veces más antes de Su Ascensión.

INTRODUCCIÓN

Después de Su resurrección, Jesús les dio a Sus once discípulos lo que llamamos ahora la Gran Comisión. Él les dijo que fueran por todo el mundo y que predicaran el Evangelio a todos. El Evangelio es la Buena Noticia de que Jesús vive, y todo el que crea en Él será salvo. Los discípulos debían enseñarle a la gente la Palabra de Dios y asegurarles que la presencia de Jesús estaría siempre con ellos. Esa comisión también existe para los cristianos hoy en día. El mundo ha crecido y cada cristiano tiene su parte en esparcir el Evangelio. Gran gozo es experimentado por todos los que aman a Jesús, cuando una nueva alma es añadida a la Iglesia.

PREGUNTA/RESPUESTAS

  1. Antes de que Jesús ascendiera al Cielo, Él dio su Gran Comisión. ¿Cuál fue esa Comisión, y quienes fueron apuntados a tener parte en la obra?

    La Gran Comisión era: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio.” Jesús les hablaba a Sus once discípulos, llamados los Apóstoles. Fue en ese entonces que Jesús les dijo que se quedaran en la ciudad de Jerusalén hasta que recibieran poder de lo Alto (Hechos 1:4). Él sabía que la obra sería tan grande que no podría ser realizada excepto a través de la agencia y ayuda del Espíritu Santo.
  2. La comunión constante con Dios el Padre era vital para los discípulos, y el Espíritu Santo era el agente importante que ellos necesitaban para comunicarse. Él llena la misma función para la iglesia sobre la tierra hoy en día. Mencione varias maneras en las cuales los cristianos vencedores dependen en el Espíritu Santo hoy en día.

    Deles tiempo a sus estudiantes para que den sus respuestas. Estas pueden incluir: el Espíritu ayuda en nuestras enfermedades; no siempre sabemos por qué cosa orar, el Espíritu intercede por nosotros aun cuando nuestras oraciones son más gemidos (Romanos 8:26); el Espíritu de la verdad nos guiará a toda verdad; Él nos hará saber las cosas que habrán de venir (Juan 16:13). ¡Qué importante es esto en estos últimos días antes de la Segunda Venida de Jesús! “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios” (Romanos 8:14).
  3. Jesús les dijo a sus discípulos: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.” Jesús entrega una porción de ese poder a Sus seguidores para ayudarlos a realizar la obra de Su Reino sobre la tierra. ¿Cómo debió ser usado este poder dado por Dios? ¿Debieron los discípulos gobernar con rigor la Iglesia y a la gente que vino bajo su influencia?

    El poder que Dios dio fue dado para ser usado con humildad. Fueron exhortados a regir sobre la Iglesia fielmente, cuidando las almas de los hombres, mientras ellos deben dar cuenta. (Lea Hebreos 13:17.) El Apóstol Pablo hizo una lista de cualidades para un pastor, ministro: “El que fue irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen” (Tito 1:6-9).
  4. Los discípulos debían predicar el mensaje de la salvación de Cristo. Ese mensaje no era solamente para un pequeño grupo seleccionado. Jesús les ordenó predicar a “toda criatura,” donde quiera que se hallaran. ¿Cuáles fueron los resultados que siguieron a los discípulos mientras fueron predicando y enseñando como Jesús les había ordenado?

    Los discípulos fueron adelante, y “predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían” (Marcos 16:20). Las señales incluían sanar a los enfermos, liberar a los que estaban endemoniados, y levantar los muertos a la vida. Los incrédulos fueron convertidos y establecidos en la fe.
  5. Aunque la Gran Comisión de Jesús fue dada a los once discípulos que estaban con Él en esa época, ellos no pudieron hablar el Evangelio a toda persona en cada parte del mundo a lo largo del tiempo. Sin embargo, el Evangelio que fue proclamado fielmente hizo nuevos discípulos quienes a cambio y de regreso tomaron la comisión. Nosotros sabemos que Jesús prometió: “He aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” ¿Qué quiso decir con esto?

    Cuando Jesús dio la Gran Comisión, animó a Sus discípulos prometiéndoles que Su presencia divina estaría “con ustedes siempre,” hasta convertirlos, bautizándolos, y formando al cristiano a través de la Palabra, no sea más, “hasta el fin del mundo.” El Espíritu Santo que Jesús había prometido estaba siempre con aquellos discípulos mientras ellos predicaban y enseñaban las Buenas Noticias a todos los que conocían. En la misma manera, Jesús está siempre con Sus seguidores hoy en día. Su presencia puede ser sentida por aquellos que le aman y le obedecen.
  6. El Apóstol Pablo es un ejemplo de uno que se convirtió en “discípulo nuevo,” y obedeció el mandato de Cristo de predicar el Evangelio. Mencione algunas de las situaciones que Pablo enfrentó durante su ministerio.

    Permita tiempo para que la clase enumere sus ideas en cuanto al ministerio de Pablo. Sus respuestas pueden incluir cosas como, los judíos tomando consejo en Damasco para matar a Pablo, pero él fue bajado por la pared en una cesta; Pablo y Bernabé fueron perseguidos en Iconio; Pablo fue apedreado en Listra; Pablo y Silas fueron golpeados y encarcelados en Filipo. El Apóstol también fue testigo de varios milagros de sanidad y liberación a través del poder de Dios, vio a varias iglesias gentiles establecerse por Cristo, y fue instrumento en avivamientos y en varias almas siendo salvas del pecado. Al final él pudo decir: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7).
  7. La fe absoluta en el Hijo de Dios traerá cosas grandes y maravillosas. Jesús les aseguró a los discípulos que milagros poderosos seguirían su predicación de la verdad. Haga una lista de algunas Escrituras las cuales nos dan la seguridad que Jesucristo aún se manifiesta a favor de aquellos quienes realmente honran y obran para Él hoy en día.

    Sus estudiantes pueden incluir las siguientes Escrituras en sus listas: Mateo 28:20; Juan 17:20; Hebreos 13:5,8. Algunos dicen que los milagros del Evangelio se detuvieron cuando la primera iglesia fue establecida completamente. Ellos quieren que creamos que el bautismo del Espíritu Santo fue dado sólo para asegurar un inicio victorioso para la Iglesia pero ahora es cosa del pasado. Nada puede estar más lejos de la verdad, porque la verdadera fe en Dios traerá los mismos resultados en nuestra vida como trajo en la Iglesia Temprana. La Lluvia Tardía del Evangelio de hoy ha sido testigo de los mismos milagros que acompañaron la predicación del Evangelio después del Pentecostés. Dios obrará por Su pueblo hasta la extensión que ellos Le permitan obrar.
  8. La Gran Comisión incluyó el bautismo en agua. Esta es una acción exterior que es indicativa de la obra interior realizada por la gracia de Dios. Es realizada a favor de aquellos que han dado sus vidas a Cristo. ¿Cómo es representada la Trinidad Divina en la ordenanza del bautismo en agua?

    Los discípulos fueron mandados a bautizarse “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” Estas son las tres personas de la Deidad. Sin embargo, hay sólo una inmersión. Esto simboliza la muerte y sepultura de Jesús, y Su Resurrección triunfadora. (Lea Romanos, 6:3-6.) Podemos ver esto cuando leemos del bautismo de Jesús (Mateo 3:16-17). En ese entonces, las tres personas de la Deidad estaban presentes. Jesucristo, el Hijo obedeciendo la ordenanza; el Padre en el cielo atestiguó el hecho diciendo: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”; y el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios, descendió como una paloma y se posó sobre Jesús. El convertido que obedece esta ordenanza maravillosa puede que no vea alguna señal con sus ojos naturales o escuchar alguna palabra con su oído natural, sin embargo la Deidad atestigua, en el corazón al hecho de su obediencia.

PREGUNTAS COMPLEMENTARIAS

  • ¿Qué significa la palabra Evangelio?
  • ¿Por qué no son todos llamados a viajar al extranjero para esparcir el Evangelio? ¿Cómo, entonces, podemos hacer nuestra parte en la Gran Comisión?
  • ¿Cuáles son algunas de las maneras en que el Evangelio es predicado hoy en día?
  • ¿Por qué es importante para los cristianos esparcir el Evangelio?
  • ¿Cuáles son algunas de las excusas que las personas usan para no atestiguar del poder de Dios en sus propias vidas?
  • ¿A quién conoce usted que necesite escuchar el Evangelio?
  • ¿Por qué cree usted que Jesús le dio a sus discípulos el poder para obrar milagros?
  • Jesús dijo: “En mi nombre,” echarán fuera demonios. ¿Piensa usted que el nombre de Jesús es una herramienta eficaz hoy en día como lo era cuando Él estaba en la tierra?
  • ¿Cree usted que Jesús quiso decir que estaríamos fuera de peligro cuando agarráramos una culebra venenosa en cualquier momento? ¿Por qué no?
  • ¿Son las personas sanadas hoy en día cuando el pueblo de Dios coloca sus manos sobre ellos y oran?

COSAS QUE HACER

Hágales las siguientes preguntas a su clase, y permita que los estudiantes se tomen turnos respondiendo cada pregunta. ¿QUIÉN fue la primera persona que te invitó a la Escuela Dominical o te habló de Jesús? ¿QUÉ escuchaste en la Escuela Dominical que nunca jamás habías escuchado antes? ¿CUÁNDO supiste que debías ser salvo? ¿DÓNDE quieres pasar la eternidad? ¿POR QUÉ piensas que es importante compartir las Buenas Noticias con aquellos que no conocen a Jesús? Hable sobre el hecho de que cada cristiano necesita hacer su parte en la obra de Dios para que nadie pueda decir: “Nunca me dijiste acerca de Jesús. Nunca me dijiste que Jesús me ama.”

Proclamar las Buenas Noticias del amor de Jesús a todo el mundo es un trabajo grande. Cada cristiano debe hacer lo que sea que Jesús lo llame a hacer. Use esta actividad para ilustrar a su clase que cualquier trabajo puede hacerse más rápido y eficientemente si cada persona hace lo que debe hacer, cuando debe hacerlo. Deje que todos sus estudiantes se paren en un círculo a un brazo de distancia. Pásele un montón de libros (o algún otro objeto pesado) al estudiante al lado suyo, y dígale que pase los libros al siguiente estudiante en línea. Esa persona se los pasa a la siguiente persona, etc. Cuando los libros finalmente regresen a usted. Dígale a seis estudiantes que se paren en medio del círculo. Dígales a los demás que no se muevan del lugar donde están parados. Otra vez, pase los libros alrededor del círculo, el cual es ahora menos seis “obreros.” (Si su clase es lo suficientemente grande, querrá remover seis estudiantes más al centro del círculo, y pasar los libros alrededor otra vez.) Mientras la actividad empieza otra vez, cada persona tiene una mayor distancia que alcanzar para pasar los libros a la siguiente persona. Si dos personas del mismo lugar se han salido de la línea juntos, ¡el alcance es aún mayor! Los libros finalmente llegan a su destino, pero hubiera sido más fácil si los demás hubieran estado en donde debían haber estado.

En el verso clave de la Búsqueda se encuentran las palabras, “como me envió el Padre, así también yo os envío.” Divida esta actividad en dos partes. Dibuje una línea que divida verticalmente un pizarrón. En la parte de arriba de la columna izquierda escriba las palabras, “Como mi Padre me envío,” y en la parte de arriba de la columna derecha escriba las palabras, “Así también yo os envío.” Bajo el primer título, haga que sus estudiantes le ayuden a compilar una lista de cosas que Jesús hizo mientras vivió aquí en la tierra: amó, sanó, salvó, oró, realizó milagros de muchas formas, predicó, fue un amigo, etc. Bajo el segundo título, pídales a sus estudiantes que le ayuden a compilar una lista de cosas que Jesús espera que Su pueblo haga hasta que Él los llame a estar con Él en el Cielo: amar, orar por sanidad, compartir las Buenas Noticias, ser un amigo a los demás, etc. En esencia, la misión cristiana es llevar el propósito de la misión de su Maestro. Jesús había dicho casi esto mismo en Su oración intercesora por Sus Apóstoles (Juan 17:18). En esa misma oración Él dijo: “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos.” ¡Qué maravilloso es que Jesús nos incluyó a cada uno de nosotros!