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Currículo
Respuesta para Estudiantes
46
TEXTO: Hechos 4:13-22

El viaje de la familia Ortega puede ser comparado con nuestro viaje al Cielo. Lo importante es seguir adelante.

“¡VAMOS, ya es tiempo de irnos!” La familia Ortega se acomodó en su camioneta, se abrocharon los cinturones de sus asientos y salieron del estacionamiento. La expectación era obvia en cada uno de los rostros al empezar su viaje. Comenzaron su viaje de todo un día, hasta el lago, donde pasarían una semana de campamento.
El Sr. Ortega había pasado por la estación de gasolina el día anterior, y recogió mapas, había inspeccionado el carro, y llenó el tanque de la gasolina. La familia se sentía bien después de una noche de buen sueño. Las pocas nubes que les habían preocupado la noche anterior, se habían desaparecido, y el sol de la mañana era cálido. Todo comenzaba bien.
Las primeras horas del recorrido parecieron volar. Había excitación en la charla y, por un momento la familia entera cantó. Cuando sus voces se agotaron, jugaron un juego. No parecía mucho tiempo, cuando llegó la hora de detenerse y tomar el almuerzo.
Después de un par de paradas más, el señor Ortega se detuvo en una estación por más gasolina, y verificó el mapa para ver cuan lejos estaban de la salida de la autopista. En ese momento, todos estaban cansados de viajar.
A unos kilómetros más lejos, las nubes comenzaron a juntarse, y entonces empezó a llover. El ambiente en el carro comenzó a cambiar también. Alguien gritó desde el asiento trasero: “¿Estamos llegando?” Muy pronto otra voz preguntó: “¿No hay un camino más rápido para llegar a ese lago?” Papá dijo que el viaje largo era necesario, para poder disfrutar de un buen tiempo después.

VERSO CLAVE: Yo quiero seguir a Jesús.
Guardé su camino, y no me aparté. — Job 23:11

Hicieron una parada más para echar gasolina y comer una cena ligera de perros calientes, coca colas, y papas fritas. “¿Cuánto falta para llegar al lago, Papá?” preguntaron los niños de nuevo, al salir del restaurante. La respuesta de Papá fue: “Sólo unos kilómetros más.” La respuesta fue recibida con alegría. La familia se montó en el carro con espíritus renovados. Mirando hacia adelante, los niños intentaron encontrar la primera señal que indicaba los kilómetros, para irlas descontando. ¡De nuevo reinaba la alegría! De pronto, vieron el portón del campamento, un poco más adelante. Cuando condujeron a través de las verjas, todos gritaron: “¡Ya llegamos, ya llegamos!” ¡Por fin, estaban allí! El viaje había terminado. Por lo que habían viajado todo el día, estaba finalmente delante de ellos, y lo largo del viaje desapareció rápidamente de sus mentes.
Si tú has aceptado a Cristo en tu corazón, y eres un cristiano, tú estás viajando también ¡Tú estás camino al Cielo! Y cuando llegues, no sólo estarás allí una semana, y no tendrás que atormentarte por el viaje de vuelta. ¡Estarás allí para siempre!
Los primeros días del camino al Cielo tal vez pienses que nada podrá dañar ese sentir tan maravilloso que tienes en tu corazón. Pero recuerda, el diablo querrá dañar tu viaje, y él tiene varios trucos. Él tratará de retrasarte y desanimarte, a lo largo del camino, pero mientras mantengas los ojos en Dios, estarás seguro.
Cuando Jesús llega, Él te ayuda a comenzar. Pero debes mantener suficiente “combustible” en tu “tanque” para que guardes tu caminar. ¿Cuál es tu combustible? ¡La oración! Necesitas comenzar con el tanque lleno. Si dejas que el diablo te juegue un truco, pensando que no tienes suficiente tiempo para la oración y para la lectura de la Biblia en la mañana, te darás cuenta de que estarás vacío antes de que el día termine. Tu viaje será aún más suave, si recargas varias veces en el día.
¿Cómo sabes qué camino tomar? Saca tu mapa de viaje, la Biblia cada mañana y Dios te indicará el camino que tomar. En ocasiones al viajar te enfrentarás a situaciones de las cuales no estás seguro. La Biblia siempre te dará la dirección.
Tal vez te preguntes: “¿Soy el único en este camino?” Algunas veces parece ser así. Cuando eliges servir a Jesús, tomas un camino diferente. Algunos de tus amigos te dirán que estás en el camino equivocado, pero ese es otro truco del diablo. Tus amigos tal vez piensen que están cortando camino, o un camino más suave, pero hay un sólo camino al Cielo. Jesús es el camino. Si están en un camino diferente ellos son los que se pierden. Pero si mantienes un caminar firme, ellos serán capaces de ver por tu vida, ellos necesitan la guía que tienes. ¡Si permites que te hagan desviar, ellos se perderán y tú también!
¿Dónde puedes encontrar a otros que siguen en el mismo camino? ¡En la iglesia! La palabra de Dios nos indica que podemos ayudarnos unos a los otros en el camino. Cuando vamos a la iglesia, escuchamos las experiencias de otros y aprendemos de ellos. Puedes recoger puntos de alguien que haya pasado por lo que tú estás pasando ahora. Cuando compartes lo que Dios ha hecho por ti, algún otro se animará a seguir el viaje. Tomarás más combustible y le orientarás sobre la dirección, en ir a la iglesia, y estarás listo para el camino de nuevo.
En tu viaje celestial, habrán áreas más emocionantes que otras. Habrá todo tipo de clima, tiempo y condiciones en el camino. Pero cada día es un buen día para viajar con Jesús.

ACTIVIDAD DE LECCIÓN: Sigue Adelante