FOREIGN LANGUAGES

Una Zarza Ardiendo

Currículo
Respuesta para Estudiantes
7
TEXTO: Éxodo 3:1-15; Isaías 43:1-2

Un gran Dios le habla a un hombre humilde a través de una zarza ardiendo.

EL PASTOR DE OVEJAS AMANECIÓ con el sol sobre su rostro. Dando gracias a Dios por otro día, se levantó y se cubrió con su ropa. Era tiempo de comenzar a mover las ovejas hacía el monte Sinaí. Mientras caminaba en medio de las ovejas adormitadas, algo llamó su atención en el área donde habían descansado durante la noche. ¡Había una zarza encendida!
Había poca comida en la planicie seca para las ovejas. Un fuego quemando lo poco que quedaba, sería un desastre. Él se acercó un poco más para ver, ¡había algo extraño aquí! Aunque había fuego, la zarza no se quemaba.
Repentinamente se oyó una Voz que venía del centro del fuego. “Moisés, Moisés.” Asustado, y no viendo a nadie cerca, Moisés contestó: “Heme aquí.” La Voz habló de nuevo. “No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob.” ¡El Dios Todopoderoso le hablaba a él! Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.

VERSO CLAVE: Yo nunca estoy solo, porque amo a Jesús.
Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. — Mateo 28:20

Dios habló de nuevo, y le dijo a Moisés que había visto la aflicción de los hijos de Israel que estaban en Egipto y sabía que ellos estaban en problemas. Dios prometió librarlos de Egipto y llevarlos a una tierra que fluía leche y miel. Después dijo: “Te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.”
Moisés estaba sorprendido. “¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?” ¡Esto era hablar de una tarea imposible!Moisés se sentía incapaz de ir a los líderes de Egipto y decirles que se llevaría al pueblo de Israel. Ellos nunca dejarían ir a sus esclavos sólo por su palabra. ¿Cómo podía Dios pedirle esto?
Dios habló de nuevo. “Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.” ¿Todos los hijos de Israel en este monte? ¿Los traería Dios a todos a este monte? Moisés se sentía inseguro: “Los hijos de Israel me preguntarán quién me envió. ¿Cómo sabrán que yo soy el que ha de guiarlos? ¿Cómo voy a saber que me seguirán?” La Voz le habló de nuevo: “YO SOY EL QUE SOY . . . Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.”
Entonces Dios dijo a Moisés exactamente lo que tenía que hacer. Debía reunirse con los ancianos de Israel y decirles lo que Dios les encargó. Juntos irían a Faraón, y Moisés le diría las palabras de Dios. El Señor le dijo que Faraón no les dejaría ir, y que Él golpearía a Egipto con todas sus maravillas. ¿Cuáles eran sus maravillas? ¿Cómo sucederían estas maravillas de Dios? Moisés se sentía tan incapaz.
La Voz de Dios continuó. “¿Qué es eso que tienes en tu mano?  Tíralo sobre la tierra” ¡Al tirar la vara a la tierra, se convirtió en una culebra! ¡Moisés huyó! La Voz habló de nuevo: “Extiende tu mano, y tómala por la cola.” Moisés obedeció. Se inclinó y tomó la culebra por la cola y esta se volvió una vara.
Una vez más, Dios habló: “Mete ahora tu mano en tu seno.” Moisés obedeció. Pero cuando la sacó, estaba llena de lepra. ¡Una plaga terrible!Entonces dijo Dios: “Vuelve a meter tu mano en tu seno.” Él volvió a meter la mano en su seno, y al sacarla de nuevo, ya era normal. Moisés comenzó a entender que debía obedecer el mandato de Dios.
Él llevó las ovejas a la casa. El llamado de Dios había llegado y cambiado el curso de su vida. De algún modo, Moisés supo que las cosas no serían iguales a partir de ese momento, pero Dios había prometido estar con él. El eco de la Voz de Dios seguía en su mente, del mismo modo como la había oído en el desierto: “Yo estaré contigo . . . yo estaré contigo . . . ”
El llamado de Dios le llegó a Moisés en forma inusual y dramática, ¿no es así? Él fue llamado a una gran tarea, ¿pero sabes que Dios tiene un llamado para ti también? Tal vez no sea para guiar a una gran nación a través de muchos kilómetros de distancia hacia una tierra desconocida. Probablemente no llegue por medio de una Voz en una zarza ardiendo. Pero es tan importante tal como fue el llamado que Dios extendió a Moisés.
Tal vez sientas que no puedes hacer lo que Dios te manda. Así se sentía Moisés. Pero así como Dios prometió estar con Moisés, Él ha prometido estar contigo y ayudarte en lo que Él te ha mandado a hacer. ¡Confía en Él! Entonces, como Moisés, podrás oír la Voz de Dios decir: “Yo estaré contigo.”

ACTIVIDAD DE LECCIÓN: El Asombroso Moisés