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“Ayunaré y Oraré”

Currículo
Respuesta para Estudiantes
149
TEXTO: Mateo 6:5-8, 16-18; 17:14-21

Sus padres habían orado para su curación desde su nacimiento, pero ahora él sentía la necesidad de pedirle seriamente por sí mismo al Señor.

NO HACE MUCHOS AÑOS, en la isla de Terranova, un hombre joven y mujer joven esperaban ansiosamente el nacimiento de su tercer niño. Por fin el día llegó y un bebé varón fue integrado a la familia. Sin embargo, no pudieron disfrutar del todo en la casa el regalo de un niño ya que nació con problemas de salud. El bebé había nacido con una enfermedad dolorosa que desfiguraba su piel. Pero ellos amaban igual a su bebé.
Los padres tenían la esperanza que al crecer su hijo mejoraría con el tiempo. Pero al contrario, a medida que fue creciendo se puso peor. Nada de lo que ellos hacían podía traer mejoría a su condición. Sus ojos, sus manos, y sus pies sangraban. Mientras sus padres miraban su piel roja y rota, se sentían muy apenados por él, en especial porque no existía nada que ellos pudieran hacer para ayudarlo. Los doctores decían que tendría que vivir con esa enfermedad el resto de su vida.

VERSO CLAVE: “El ayuno con oración es una herramienta poderosa.”
Pero este género no sale sino con oración y ayuno. — Mateo 17:21

Llegó el momento cuando el niño entraría a la escuela, y como puedes imaginarte bien, fue una experiencia muy difícil. El dolor y la incomodidad que sentía se le hacía difícil a él y también se le hacía difícil a su maestro. Sus compañeros de clase se alejaban de él.
En medio de todo este problema, había un rayo de esperanza, su madre era una cristiana. Ella amaba a Dios y creía en que Él sanaría la aflicción de su hijo. Muchos se unieron con ella en oración para pedirle a Dios por el niño, sabiendo que Dios era su única esperanza; pero no llegó ninguna curación.
El padre, aunque no era cristiano, estaba tan preocupado por la condición terrible de su hijo que una noche él oró: “Dios, si lo sanas, te daré mi vida.” Poco tiempo después, durante el tiempo de Pascua, el padre maravillosamente fue salvo. Su hijo, sin embargo, aun sufría de la enfermedad.
No mucho después, el niño empeoró aun más. En un momento así, muchas personas perdieron la esperanza en obtener la respuesta que deseaban, o se apartaron de Dios, culpándolo a Él de su problema. Pero aquellos quienes leen sus Biblias encontrarán que para cada necesidad real que tengamos, Dios ha provisto una manera en la cual se satisface esa necesidad.
Una mañana de domingo en mayo, el padre llamó a su hijo para desayunar. Pero esta mañana fue diferente. Al entrar, el hijo le dijo a su papá: “No quiero nada de desayunar. Voy a ayunar y a orar para que Jesús me sane.”
El hijo había estado pensando, todos han estado orando para mi curación, pero todavía tengo esta enfermedad. Quizás es parte del plan de Dios para mi vida. En ese caso, entonces es algo que yo debo tomar con alegría como un cristiano. Pero primero intentaré algo. Ayunaré y oraré, pidiéndole a Dios para que me ayude a aceptar esto o que me sane, según sea Su voluntad.
Cuando un cristiano tiene una necesidad, puede decidir ayunar el cual significa que decide no comer para poder entregarse en forma más completa a la oración. Haciendo esto él demuestra que tiene una actitud seria y determinada para ver el resultado de la voluntad de Dios en respuesta a su petición. En nuestro tiempo, se habla poco sobre ayunar, pero leemos en la Biblia que es algo que el propio Cristo animó a practicar. Dándonos pautas acerca del ayuno, Jesús dijo: “Cuando vos ayunéis,” no “si llegaseis a ayunar.” Él esperaba obviamente que los cristianos siguieran Su ejemplo y que utilizarán el ayuno como un medio para prevalecer en oración.
La razón por que ayunamos no es sólo para que le podamos decir a la gente que estamos ayunando. Es algo privado, sólo entre una persona y Dios. La Biblia nos dice que cuando ayunamos y oramos con el espíritu correcto ante Dios, podemos esperar que Él nos recompense públicamente.
¿Qué le sucedió a este niño de Terranova? ¡Simplemente que dos días después de que él ayunó y oró, quedó completamente curado! Cuán agradecido está por el ejemplo maravilloso de Jesús de oración y ayuno. Y puedes estar seguro que él está alabando a Dios hoy en día ya que ahora puede vivir una vida normal sin el dolor y sufrimiento por el que pasó alguna vez.

ACTIVIDAD DE LECCIÓN: Herramientas Eficaces