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¿Y Luego Qué?

Currículo
Respuesta para Estudiantes
36
TEXTO: Romanos 12:1-2; 1 Tesalonicenses 5:15-22, 1 Juan 2:15-17

¿Emoción, diversión, fama Y Luego Qué?

“OYE, HUGO, ¡FELICITACIONES! Parece que te va bien, llegaste al equipo de la ciudad, luego al del estado. ¡Antes que te des cuenta, serás un profesional, una celebridad nacional!” Luis se rió y le dio a su amigo un empujón amable.
¡Espera un minuto, no estoy en el equipo de la ciudad todavía! Protestó Hugo riéndose.
“O, eres tan bueno como si estuvieses,” respondió Luis. “Tú tienes asegurado un puesto poderoso en el futuro. ¡Chico, podrás cubrir las paredes de tu dormitorio con todos tus certificados!”
Tu estarás en la lista cuando anuncien el equipo de la ciudad el sábado en la noche, todos lo sabemos. “Te veré entonces,” Luis le dejó a su amigo y se fue.
Agarrando su pelota de baloncesto, Hugo salió del gimnasio. Mientras se dirigía a su casa un poco más tarde, su mente se trasladó al evento que Luis había mencionado. Una vez más como lo había hecho muchas veces en las semanas pasadas, consideró la dirección que su vida estaba tomando. Por varios años él había estado tan seguro hacia donde se dirigía: Deportes en la secundaria, los deportes en la universidad, y luego, de un modo alentador, la profesional. Ahora no estaba seguro. Pero el sábado en la noche debía estar preparado para aceptar o rechazar la posible oferta que establecería la dirección de su futuro.
No pudo negar la emoción que sintió mientras pensaba lo que significaría que lo aceptaran. Más competencias y juegos finales, viajes, nuevos amigos, pero también muchas horas lejos de su casa. Eso significaba que estaría lejos de la iglesia y de las actividades de la iglesia también.

VERSO CLAVE: Nada es más importante que servir a Jesús.
Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas. — Efesios 5:11

Hugo recordó un año atrás cuando por primera vez llegó a ser un cristiano. ¡Que cambios había hecho Dios en su vida y que feliz había estado! Sus padres no eran cristianos, pero estaban tranquilos de que él ya no estaba interesado en las drogas. Aun antes de ser cristiano había mantenido el beber, el fumar y el uso de drogas a lo mínimo a causa de los deportes, pero se estaban apoderando de él más de lo que él quisiera admitir. Luego todo eso se fue en un momento. Que sorprendido se sentía de que realmente le encantaba el ir a la iglesia. Esperaba ansiosamente la reunión de los jóvenes y empezó a practicar con el coro juvenil.
El primer avivamiento de la iglesia fue magnífico. De hecho, no recordaba haber pasado tan buen verano como el primero que pasó siendo un cristiano. Cuando regresó a la escuela para su último año, enfrentó muchas decisiones. Quería tomar la decisión firme de vivir como cristiano y mantener a Dios primero en su vida. Uno de los textos usados en el servicio de jóvenes era: “No améis al mundo; ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.”
El líder de jóvenes había dicho: “Esto significa que si somos cristianos verdaderos, las cosas que hacemos, la compañía que mantenemos, nuestra conversación, y hasta nuestro vestuario deben honrar a Dios. Habrán decisiones que tomar. Los limites deben ser tomados. Dios nos libera del pecado, pero Satanás está siempre allí intentando para que volvamos, usualmente con las casas que nos convencen que no son pecados realmente. Él dirá: ‘No necesitas ser tan estricto . . . realmente eso está bien . . . todo el mundo lo hace . . .’ Pero si esto no te conduce a caminar cerca de Dios, si esto no fortalecerá tu espiritualidad, esto te puede alejar de Dios. “¡Cuidado!”
Al principio de su último año, los amigos de Hugo estaban sorprendidos de los cambios ocurridos en él, especialmente cuando no ingresó al baloncesto. Pero aprendieron a aceptar el nuevo Hugo. De vez en cuando él miraba al equipo practicar y algunas veces el entrenador lo invitaba a unirse en algunos de los ejercicios. Mirando atrás, pudo ver que ese fue el comienzo. Antes de que se diera cuenta, él estaba más y más envuelto.
A mitad de la temporada, uno de los mejores jugadores del equipo se fracturó un pie, y Hugo tuvo que tomar su lugar urgentemente. Recordó cómo se sintió la primera vez que perdió el ensayo del coro por un juego. Finalmente estaba perdiendo más y más. De hecho, algunas veces pasaban dos y tres semanas sin asistir a la iglesia o a la Escuela Dominical. Hasta sus padres se preguntaban sobre esto.
Mientras Hugo caminaba, sus pensamientos se convirtieron en una oración suave. “Dios, no quiero perder lo que me has dado. Me temo que ya los deportes han tomado mucho de mi tiempo, y he excluido las cosas más importantes. No quiero nada en este mundo que aleje mi amor por ti. Ayúdame Señor, a tomar ahora la decisión que será la correcta . . . ”
Hugo caminaba ligeramente mientras se acercaba a su casa. Parecía como si una carga había sido quitada de sus hombros. La inquietud e indecisión se fueron. Tendría que dar varias explicaciones al entrenador, pero habrían otros para recibir lo bueno de la posición y la aclamación.  En lo profundo de su corazón, Hugo estaba convencido de que había escogió algo mejor, la aprobación de Dios.

ACTIVIDAD DE LECCIÓN: En Guardia