FOREIGN LANGUAGES

Algo Especial que Compartir

Currículo
Respuesta para Estudiantes
35
TEXTO: Gálatas 5:22-26

Abuela siempre tenía algo especial que compartir.

MARISOL PRESIONÓ SU NARIZ contra la ventana del carro. Sus pensamientos no estaban en los árboles y casas que veía mientras viajaba, más bien estaban en la casa de la abuela donde pasaría esa tarde del sábado.
En poco tiempo, Marisol estaba sentada a lado de su abuela, mirándola crochet. “Abuela,” comenzó Marisol, “Hay algo en la escuela que me está molestando.”
“¿Sí?” Preguntó su abuela suavemente.
“Bueno, una niña nueva, llamada Alberta, no me quiere hablar. Le digo “Hola” pero ella no parece del todo amistosa. Al principio pensé que no debería hablarle, pero sé que eso no es correcto.”
“Eso es seguro,” dijo la abuela. “Siendo una cristiana, no quieres perder una oportunidad como ésta para que pase algo bueno.”
“¿Qué cosa buena puede suceder de alguien que está actuando mal conmigo?” dijo Marisol frunciendo su cara.
“Estoy segura que si continuas siendo buena con Alberta, uno de estos días ella será tu amiga. Todas las mañanas antes de irte a la escuela, ora para que puedas hacer lo correcto para ganarte a Alberta.”
La abuela tomó su Biblia. “Sabes, Marisol,” dijo ella, “Dios probablemente a traído este pequeño incidente a tu vida para que puedas crecer espiritualmente. Las personas que no son cristianas algunas veces arruinan sus vidas, porque no pueden ver lo que Dios está tratando de hacer cuando algo malo les sucede, como Alberta que no está siendo amigable. Estas personas empezarán a aborreciendo a Alberta, en vez de mostrarle amor. Así que, Dios te está dando esta oportunidad para mostrarle a las otras personas una clase de amor que las personas del mundo no tienen.”
Marisol afirmó con la cabeza. “Entiendo que debo ser paciente.”
“Tengo una idea,” dijo la abuela, mirando hacia arriba.” Cada vez que pienses en Alberta, simula que ustedes dos son buenas amigas. Eso sonará como un juego, pero Dios lo llama fe. Estamos mostrándole a Dios que creemos en algo aunque no lo hayamos visto suceder todavía. Todo esto me trae a la memoria otro verso.
“Por qué no buscas Gálatas 5:22 y 23, mientras voy a la cocina,” la abuela salió. Puedo oler algo bueno allí. Regresare en un momento con algunas galletas recién horneadas y leche.”
Marisol encontró los versos en la Biblia y comenzó a leerlos: “Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”
“Abuela, ¿Qué significa esto?” Marisol señaló las palabras: “No hay ley,” cuando su abuela regresó a la habitación.
“Esto significa que hay leyes en contra de las cosas malas, tales como mentir, robar, ser odioso o egoísta, pero Dios no tiene leyes prohibiéndonos ninguna de las buenas obras. Él quiere que seamos amorosos, amables, pacientes, dignos, tener fe y paciencia, todas estas cosas. Tú ya has mencionado que serás paciente al esperar que Alberta se convierta en tu amiga, y hablamos acerca de lo que la fe significa.”

VERSO CLAVE: Quiero demostrar a los demás el amor de Jesús.
Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos. — Gálatas 6:10

¡Esto es emocionante, Abuela! Exclamó Marisol. “Nunca lo había comprendido hasta ahora.”
“Este verso también dice: el ‘fruto’ del Espíritu, no frutos,” la abuela señaló esto mientras le ofrecía las galletas calientes a Marisol. “Es como que si todas estas cualidades buenas son parte de una cosa, así como tu cuerpo es uno pero tiene muchas partes. Debemos dejar que el Espíritu de Dios controle nuestras vidas. Cuando le agradamos, Él hace crecer buenos frutos en nuestras vidas.”
Marisol sonrió. “¡Estoy muy contenta de ser una cristiana! Ahora mismo me siento como si hubiese conversado con Dios sobre este problema, y cualquier otro que venga, sé que estaré feliz y haré a los demás felices también.”
“Con esa actitud, Marisol, harás que Dios también esté feliz.” Le dijo la abuela.
Mientras pasaba el día, Marisol pensó muchas veces sobre Alberta. En su mente, Alberta ya era su amiga.
El lunes en la mañana Marisol se encontraba caminando hacia la puerta de la escuela. Mientras se apresuraba descendiendo el pasillo, comenzó a pensar en las cosas buenas que le había dicho su abuela. También recordaba la oración de esa mañana, “Dios ayúdame a tratar a Alberta como alguien especial. Tú me disté algo especial para compartir con los demás.”
Durante el tiempo libre esa mañana, Marisol rápidamente escribió una nota que decía QUE TENGAS UN BUEN DIA. TU AMIGA, MARISOL. La dobló y la tomó en sus manos. Algo dentro de ella le decía, ¡Puedes hacerlo!
Mientras los estudiantes salían para el almuerzo, Marisol esperó hasta que Alberta saliera del salón de clase y luego puso la nota sobre el pupitre de Alberta.
Al terminar la hora del almuerzo, Marisol estaba de regreso en su salón de clase esperando para ver que pasaría. Ella esperaba nerviosamente a que Alberta encontrará su nota. Alberta finalmente tomó la nota y empezó a abrirla lentamente. La cara sonriente que Marisol había dibujado, llamó su atención y leyó la nota. Buscó a través del salón a Marisol y tímidamente intercambiaron sonrisas.
Cuando terminó la clase, Alberta y Marisol se encontraron en el pasillo. Las dos dijeron “Hola,” Alberta bajo su rostro y dijo: ”Tú eres la única persona amigable que he conocido aquí. Dentro de sí, Alberta estaba preguntándose qué hacía a Marisol diferente.
“Sé que debe ser difícil venir a una escuela nueva,” dijo Marisol mientras empezaron a caminar por el pasillo. “Comamos el almuerzo juntas mañana, ¿está bien?”
“¡Claro!” Respondió Alberta. Ella tenía la sensación de que Marisol era una persona que valía la pena conocer.
Mientras las niñas se hacían buenas amigas, las buenas obras en la vida de Marisol comenzaron a brillar sobre Alberta. Finalmente, un día Alberta le preguntó a Marisol qué la hacía diferente de los otros chicos de la escuela.“¡Yo soy una cristiana!” Marisol sonrió.
“¡Seguro eres una persona feliz!” Alberta comentó. “¿Hay algún otro modo?” Marisol preguntó.
Y las dos se rieron.
Marisol sabía que Dios la había conducido hacia alguien que estaba buscando la misma felicidad. Sentía que algo emocionante sucedería, así como habría dicho su abuela.

ACTIVIDAD DE LECCIÓN: Valores Cristianos