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Una Nueva Criatura

Currículo
Respuesta para Estudiantes
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TEXTO: Juan 3:1-19; Romanos 8:1

Cristo puede convertirnos en una nueva criatura.

IMAGÍNATE UN CAMPO en un día soleado en la primavera. Observa las hojas verdes moviéndose con la brisa. Todo parece tan fresco y nuevo. Las aves están cantando mientras alimentan a sus nuevas crías. Y allí, volando entre las flores, está una de las más bellas y delicadas criaturas de Dios, la mariposa Monarca. Con alas anaranjadas y negras perfectamente formadas, fácilmente se desliza a cada flor que le espera. Ciertamente ésta criatura delicada merece el título de Monarca.
Pero ¿dónde ha perfeccionado ésta belleza única? Cada mariposa comienza su vida como una oruga insignificante. A través de uno de los muchos milagros de Dios en la naturaleza, esa oruga forma una crisálida, o capullo, dentro del cual pasa por una gran transformación. Un día, sale totalmente como una criatura nueva, la Mariposa Monarca. Ya no más está atada a la tierra, es libre para remontar el vuelo por el aire.
El hombre también, puede llegar a ser totalmente una criatura nueva. No nos pueden crecer alas hermosas como a la oruga, pero podemos ser liberados por medio de Cristo Jesús.
En la Biblia, leemos sobre un fariseo llamado Nicodemo. Una noche él vino para hablar con Jesús en privado. En ese entonces, él pensaba que Jesús sólo era un maestro de la Palabra de Dios. Pero reconoció el poder de Jesús diciendo que ningún hombre podía hacer los milagros que Jesús hizo, a menos que Dios estuviese con él. Jesús le dijo que ningún hombre puede ver el Reino de Dios a menos que naciera de nuevo. Nicodemo no comprendió, y le preguntó a Jesús cómo una persona podía nacer dos veces. ¿Podía volver a ser un niño otra vez? Jesús le explicó que un hombre puede nacer de nuevo en el corazón, no en el cuerpo. Él le dijo: “El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.”

VERSO CLAVE: ¡Nos sentimos nuevos!
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. — 2 Corintios 5:17

Esas palabras todavía hoy son verdad. Para que podamos hacer del cielo nuestro hogar debemos tener un corazón limpio y transformado por Jesús. Debemos nacer de nuevo.
Dios, a través de la crisálida, hizo un camino para que la oruga llegara a ser una mariposa. Él también ha hecho un camino para transformarnos por medio de Jesús Cristo y Su Sangre. Romanos 10:9 dice: “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” Cuando somos salvos, nuestros corazones se convierten en nuevos. En vez de querer hacer las cosas malas y desobedecer a Dios, vamos a querer agradarle. Nos convertimos en “una nueva criatura.” Romanos 8:1 dice: “Ahora, pues, ninguna condenación [culpa] hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al espíritu.”
Cuando llegamos a ser criaturas nuevas en Cristo, somos liberados de la carga pesada de culpa que hemos cargado como pecadores. De hecho, con la carga removida, algunos han dicho que se sienten como sí pudiera volar. Como la oruga cuando se convierte en una mariposa y es liberada, así somos liberados del lazo del pecado y llegamos a ser criaturas nuevas en Cristo Jesús.

ACTIVIDAD DE LECCIÓN: ¡Nacido de Nuevo!