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Un Corazón Limpio

Currículo
Primarios y Párvulos para Estudiantes
1

LECTURA BÍBLICA: Juan 3:1-7

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio. — Salmo 51:10

Era una noche oscura en la ciudad de Jerusalén. Las calles estaban casi vacías mientras Nicodemo se encaminaba hacia donde estaba Jesús. Algunas preguntas pasaban por su mente. Él había visto los milagros de Jesús, pero ¿era Jesús realmente el Hijo de Dios? “Debo hablar con Él”, pensó Nicodemo. “Debo averiguarlo por mi mismo”.
Nicodemo era un hombre importante en la ciudad. Pero cuando se paró delante de Jesús, pudo ver que este Hombre era alguien muy especial. Nicodemo le dijo a Jesús, “Yo sé que Tú eres un maestro que viene de Dios. De otro modo no podrías hacer los milagros que has hecho”.
Jesús no dijo nada acerca de las palabras de Nicodemo, pero lo que dijo desconcertó a Nicodemo. Él dijo, “A menos que un hombre nazca de nuevo, no puede ver el reino de Dios”.
“¿Nacer de nuevo?”, Nicodemo pensó, “¿Cómo puede ser esto? Una persona puede nacer sólo una vez. Después de haber crecido, ¿puede él volver a ser un bebé recién nacido otra vez?” Nicodemo estaba pensando en la manera de cómo nosotros nacimos aquí en la tierra. Así que él le preguntó a Jesús qué quería decir con esto.
Jesús explicó que Él no estaba hablando sobre la clase de nacimiento cuando un nuevo bebé viene al mundo. Él quería decir que debido a nuestros pecados, las cosas malas que decimos y hacemos, nuestros corazones no están limpios. Ellos deben ser hechos limpios y nuevos para que podamos ir al Cielo. Esto es lo que Jesús llamó “nacer de nuevo”.
Jesús le dijo a Nicodemo estas cosas porque Él lo amaba. Él quería que Nicodemo fuera al Cielo. Su platica pasó hace mucho tiempo, pero las palabras que Jesús habló aún son verdaderas. Si queremos estar listos para ir al Cielo, debemos nacer de nuevo.
¿Cómo sucede esto? La Biblia nos dice que oremos a Dios y digamos que estamos arrepentidos por todas las cosas malas que hemos hecho. Digámosle que no queremos hacerlas de nuevo. Si realmente queremos decir esto, Dios lo sabe. Él entonces lava todos los pecados de nuestros corazones. ¡Él hace un buen trabajo! Cuando Él lo hace, es como tener un corazón nuevo.
Sabremos cuando eso pase. Nos sentiremos limpios y felices en lo más profundo. Tendremos un grande amor hacia Dios en nuestros corazones. Y sólo querremos hacer las cosas que le harán feliz. ¡Se siente muy bien tener un corazón limpio!
Jesús nos ama a cada uno de nosotros, así como Él amó a Nicodemo. ¡Él quiere que nosotros vayamos al Cielo también! Debemos asegurarnos que nuestros corazones estén limpios y así podremos ir al Cielo.

EL RINCÓN DE LOS PADRES

Escoja algunas fotos de su hijo cuando era recién nacido. Dígale cuán feliz estaba usted cuando él nació.
Use esto como trampolín para una discusión sobre qué significa tener nuestros pecados perdonados y nacer en la familia de Dios. Dios, nuestro Padre celestial, está feliz con esto, así como los padres terrenales están felices cuando un nuevo bebé llega a la familia.
Escribe las palabras del versículo para memorizar de esta semana en un gran co-razón blanco y péguelo en su refrigerador. Recuerde a su niño que lea el versículo en voz alta cada vez que abre el refrigerador.

ACTIVIDAD DE LECCIÓN

DEVOCIONES FAMILIARES

Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Salmo 51:10 | LUNES: Salmo 73:1 | MARTES: Salmo 51:2 | MIÉRCOLES: Ezequiel 36:26 | JUEVES: Isaías 1:18 | VIERNES: Salmo 24:3-4 | SÁBADO: Salmo 66:18