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Ayuda con las Manos

Currículo
Respuesta para Estudiantes
82
TEXTO: Éxodo 17:8-14; 1 Samuel 30:18-25; Mateo 10:41-42

Sergio aprendió la importancia de ofrecer ayuda con las manos.

EL SERVICIO EN LA IGLESIA había terminado, y el Sr. y la Sra. López estaban listos para irse. “¿Dónde está Sergio?” Preguntó la Sra. López. Ella volvió al santuario para buscarlo. Sergio estaba sentado en el asiento trasero con una mirada triste. “¿Qué te pasa, Sergio? ¿No te sientes bien?”
“No, no es eso, Mamá.”
“¿Qué te pasa entonces?”
“Oh, es que me siento deprimido,” él contestó.
Su madre lo miró preocupadamente. “¿Quieres hablar sobre eso?” Sergio arrastró su pie sobre la alfombra. “Bueno, es que parece como que no le importo a nadie.”
“¿Qué quieres decir? Tú sabes que tú eres una de las personas más importantes en la tierra para tu papá y para mí.”
“Oh, lo sé, Mamá. Quiero decir aquí en la iglesia. Todos tienen algo que hacer menos yo. Tú estás en el coro y Papá es un ujier, incluso Juana está en la orquesta de adolescentes. Todo lo que yo hago es recoger los himnarios después de la reunión de niños.”
“Eso es importante, Sergio. Alguien tiene que hacerlo.” Sergio se levantó con un suspiro. “Tú no entiendes, Mamá.”
El próximo domingo, Sergio llevó a su mejor amigo a la Escuela Dominical. Sergio había invitado a Pablo varias veces y por fin él dijo que sí. Después que finalizaron los cantos todos los niños se sorprendieron al ver al pastor caminar hacia el frente.
“Quisiera hablarles de una persona muy especial el día de hoy,” el pastor continuó. Todos los niños se miraron uno al otro, deseaban saber quién sería esa persona especial. “En nuestra congregación hay un joven que ha invitado a varios niños a la Escuela Dominical. Sergio López, ¿quieres pasar adelante por favor?”

VERSO CLAVE: Mis manos trabajarán para Jesús.
Todo lo que viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas. — Eclesiastés 9:10

Sergio estaba sorprendido. ¿Puede ser posible que el pastor esté hablando de él? Él pasó al frente y se paró al lado del pastor.
“Sergio, ¿por casualidad trajiste a alguien contigo el día de hoy?”
“Sí, señor, mi amigo Pablo vino conmigo.”
“¿Sabes cuántos de tus amigos has traído a la Escuela Dominical en el año pasado?
“Creo que nunca lo he contado.”
“Nosotros lo verificamos el otro día. Has traído 15 visitantes y muchos de ellos ahora vienen regularmente. ¿Comprendes que lo que has hecho es muy importante? Tú eres una de las razones por qué esta iglesia y la Escuela Dominical está creciendo. Yo no puedo hacer que tus amigos vengan a la Escuela Dominical. Yo no los conozco. Pero tú sí los conoces. Esa es la razón por la cual sólo tú los puedes traer.
“Nuestra lección de hoy es acerca de usar nuestras manos para Jesús. De hecho nuestro verso clave dice: ‘Todo lo que viniere a la mano a hacer, hazlo según tus fuerzas” (Eclesiastés 9:10). Esto significa mucho más que el simple uso físico de nuestras manos. Significa cualquier cosa que hagamos para Dios. Y lo que tú estás haciendo es un buen ejemplo de trabajar para Jesús, así que aunque muchas personas nunca sepan eso, tus esfuerzos también son tan importantes en esta iglesia tal como mi trabajo, Sergio. Dios ve lo que tú has hecho por Él.” Sergio sonrió alegremente mientras le daba la mano al pastor. ¡Nunca más se sentiría inútil para Dios!
* * * * *
Todos los que aman al Señor son importantes en la obra de Dios. Aun cuando no cantamos, toquemos un instrumento, o prediquemos, nosotros podemos invitar a personas a la iglesia y podemos orar. En Éxodo encontramos la historia de la batalla entre los hijos de Israel y los amalecitas. Moisés estaba parado en una montaña mirando la batalla, con la vara de Dios en su mano. Mientras él levantaba sus manos los israelitas ganaban, pero si él dejaba bajar sus manos los amalecitas ganaban. Después de un tiempo sus brazos se cansaron y él no podía levantar sus manos más. Aarón y Hur habían ido a la montaña con Moisés y ellos arreglaron un lugar para que él se sentara. Ellos se pararon uno a cada lado de él y le ayudaron a mantener alzadas las manos de Moisés todo el día, y los amalecitas fueron vencidos en esta batalla, la ayuda de Aarón y Hur fue necesaria para obtener la victoria. Si la iglesia de Dios ha de ser victoriosa hoy necesita el apoyo de personas como Sergio que no parecen importantes, pero están ocupadas haciendo lo que ellos pueden hacer para el Señor.

ACTIVIDAD DE LECCIÓN: ¡Dilo Con las Manos!